Cuando pensamos en la palabra OPORTUNIDAD, generalmente lo hacemos cómo algo que SE nos ofrece, es decir, que viene desde fuera y además de formas diferentes:
- Oportunidades dirigidas directamente a nosotros: nos llaman para realizar una entrevista personal de trabajo, tras haber pasado una prueba grupal.
- Oportunidades encontradas de forma casual: el vecino me comentó una oferta de trabajo que me interesaba y conseguí contactar con la empresa.
- Oportunidades que están fluctuando en nuestro entorno pasando totalmente inadvertidas: Agencias de Colocación que no conocemos y que podrían gestionar nuestro curriculum en distintos tipos de ofertas.
En cualquiera de las opciones anteriores, parece que siempre nos toca esperar a que llegue una oportunidad…, pero no tiene porque ser así, vayamos nosotros a buscarla y ¿por qué no?!! Generemos nuestra propia oportunidad. Aprovechando nuestras capacidades, las variables del entorno y redes de apoyo podemos influir positivamente en nuestras decisiones, facilitando el encuentro con las ocasiones de éxito que estamos buscando. Las oportunidades que has tenido a lo largo de tu vida, ¿a qué no sólo han dependido de otras personas o causas externas?.
Piénsalo, seguramente en la mayoría has tenido un alto grado de participación, aunque no hayas sido consciente de ello. A lo mejor tu vecino te comentó lo del puesto de empleo porque previamente le habías dicho que estabas buscando trabajo. Las decisiones que tomas, las relaciones con los demás y con tu entorno, la forma de comportarte, de sentir y de pensar, de aprender,… tienen su origen en nuestra experiencia y bagaje personal, así que cuando tomamos decisiones en la vida diaria lo hacemos de forma casi automática, sin pararnos a pensar, y las oportunidades están ahí, esperando que las veamos y aprovechemos.
Es fundamental tener claro lo que estamos buscando, cómo y dónde hacerlo. Para ser parte activa en la creación de oportunidades que puedan servirte para alcanzar tus metas tendrás que:
- Definir tus objetivos: qué quieres y cuándo.
- Conocer y potenciar los recursos propios (cualidades y capacidades).Conocer los recursos del entorno que puedan ayudarnos (servicios, medios,…).
- Crear una red de apoyo relacionada con nuestros objetivos (compañeros, familia,…)
De esta forma avanzarás hacia tus propias oportunidades e irás generando otras nuevas. Como todo buen aprendizaje, la generación de oportunidades, para ser lo más efectiva posible, requiere de práctica y entrenamiento. Puedes comenzar creando pequeñas ocasiones en tu entorno que aumenten tu probabilidad de éxito, por ejemplo, cuando te conectes a tu red social online preferida, no solo la utilices para chatear y cotillear a tus amigos, aprovecha para buscar empresas o contactos donde puedas entregar tu curriculum. Hablando de este tema me viene a la cabeza el refrán “hay que sembrar para recoger”, por eso, cuando decidimos tomar el control sobre nuestras decisiones, somos más conscientes de lo que nos rodea, lo que facilita la elección del camino hacia nuestros objetivos. Así “nuestra actitud y nuestro pensamiento que son los que atraen cierto tipo de personas a nuestro lado”-
También nos ayudaran, puesto que son nuestros guías, lo que nos indica hacia donde ir y lo que está por venir. Si aprendemos a ver lo positivo de cada situación y persona, aquello que nos aporte algún beneficio, estaremos avanzando hacia nuestras metas, creando oportunidades a nuestro favor. La mejor oportunidad de todas es saber en cada momento lo que nos conviene y transmitirlo para atraerlo.
